Mucho se habla de lo que actualmente se conoce como el sexo tántrico. Y es que no es solo un género o una filosofía. Hay ingredientes de yoga, meditación, budismo… y todo ello se ofrecen en un paquete que viene rotulado como “sexo tántrico”. Quien piense que, después de leer este articulo estará preparado para practicarlo, está muy equivocado. Son muchos los componentes que es preciso integrar. El conocimiento, la práctica, la música tántrica, los ejercicios…
El sexo tántrico no es tan simple como se podría pensar. Se requiere de tiempo, aprendizaje y conocimiento.
Nacido en la India medieval, el tantrismo se remonta a antiguas filosofías como el budismo, practicado desde el siglo IV. El tantrismo, es una enseñanza que se ha transmitido de generación en generación, oralmente de maestro a discípulo.
La energía es la palabra clave de esta filosofía de vida. Es el despertar de la energía necesaria, para elevarla lo más alto posible, hasta llegar a la cima y luego aprenderá dominarla. Así, el tantrismo plantea impulsos, deseos sexuales, conocimiento y voluntad.
El placer tántrico, defiende la unión sexual del hombre y la mujer, en donde la mujer es Shakti y el hombre es Shiva. No es solo la unión de dos cuerpos que se fusionan en el acto sexual, sino también la fusión entre dos de las fuerzas que dominan el mundo: Hombre y Mujer en un sentido espiritual y sexual.
El cuello, los genitales, la columna vertebral, la frente y el estómago, son el centro de energía del cuerpo, o, en un lenguaje más apropiado, diremos que son las chacras, esos puntos de energía concentrada. Se trata de ayudar a fluir mejor esta energía, para recibir correctamente el mensaje. Pero eso solo es posible, agrupando elementos tales como la meditación, la respiración, la concentración, una correcta iluminación, la vestimenta adecuada y por supuesto la música tántrica, que desempeña un papel esencial en el cumplimiento de los objetivos.
La mujer es la que rige las reglas de modo que se basan en los cuerpos. El hombre, tiene la misión de darle placer sin eyacular, centrándose tanto como le sea posible en el acto. Por ello, la música tántrica ha de ser suave, relajante, espiritual, alusiva a la naturaleza.
Y es que en la naturaleza, encontramos la mayoría de las posiciones que se practican en el acto sexual, que se lleva a cabo bajo el rito tántrico. Las técnicas de respiración, las posturas, la concentración, se sincronizan con las posturas y con la música.
La realización del sexo tántrico, no es tan solo un acoplamiento nocturno. El tántrico implica el conocimiento previo de la persona, sus habilidades y si es necesario que haya una gran intimidad entre ellos, de modo que se pueda controlar su energía y su concentración. Para los matrimonios que han caído en la rutina, el sexo tántrico es como un milagro traído por los dioses. La desinhibición de la pareja es total, hay mayor complicidad y el alma y el cuerpo de cada uno se purifica por la energía que fluye a través de los cuerpos.